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viernes, 9 de marzo de 2012

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Después de una noche tan mágica, cansados y sin aliento. Reposaba mi cabeza sobre su pecho, desde ahí podía sentir su corazón latir. Siempre me ha gustado escucharlo, y sentirlo. Es como oír cada segundo de su vida en un simple latido, con fuerza y presión. Cada vez lo escuchaba mas y mas lejos, sabia que estaba cayendo en un profundo sueño del cual no quería despertar.